por PLAFS Ricardo Martínez Crespo
Como parte de la vida diaria de un ser vivo en la naturaleza, es frecuente estar expuesto a diversos factores bióticos y abióticos que pueden comprometer la subsistencia del organismo: temperatura, humedad, cambio climático, contaminación, turismo irresponsable, en fin, numerosas situaciones y entre ellas está la depredación. Ya sea por cuestiones de selección natural o por el tráfico de especies que bien es sabido, también compromete el estado de conservación de diversos grupos taxonómicos y tomando en cuenta que, los reptiles son organismos de un bajo perfil metabólico, los requerimientos de energía para huir, la decisión de cómo y cuándo hacerlo, son una de las fuerzas más influyentes para la subsistencia de este grupo.
Así, el hecho de escapar de diversas amenazas requiere de varias tácticas y/o estrategias para lograr sobrevivir puesto que cualquier decisión errónea aumenta considerablemente el rango de mortalidad.
Ydenberg y Dill (1986) modelizaron mediante diversos estudios el como un individuo podría evaluar costo/beneficio para decidir cuándo escapar. Si huir es costoso, la distancia disminuye, pero si, el riesgo de ser capturado aumenta, debe huir antes (la distancia aumenta).Los individuos huyen más tarde (menor distancia de huida) cuando al termorregular, se calientan rápidamente y cuando la tasa de enfriamiento del refugio es alta y por ello el costo de un refugio es mayor. Otro factor que afecta en la decisión de huir o no, es la pérdida de posibilidades para reproducirse, aquellos machos que permitieron una menor distancia entre depredador-presa, fueron aquellos que podían tener mayores probabilidades de reproducción.
Ahora bien, un factor importante es el tiempo que se requiere para llegar al refugio, un reptil lento, debe tener distancias de huida mayores en comparación a especies más rápidas. O puede que huyan mas tarde debido a que cuentan con un “as bajo la manga”, es decir, otras estrategias para poder huir: defensa, cripsis, autotomía, etc.
La coloración y ornamentación juegan un papel importante en muchos machos para la reproducción, como en la coloración en pliegues gulares, crestas, pero estas mismas, pueden jugar en contra del animal si pasar desapercibido en el entorno ante un depredador es lo que se busca
Otras estrategias que sirven para evadir a un depredador, pueden ser conductas tales como elevación y/o movimiento de la cola, extremidades, proyección de ornamentas como los pliegues gulares, el “collar” del Chlamydosaurus kingii, segregación de sustancias tales como el “almizcle” que liberan muchos reptiles para generar un olor desagradable, entre otros.
¿Qué piensas de este tipo de estrategias y que otras estrategias anti-depredatorias conoces? ¡Cuéntanos!