Sistema Respiratorio de Reptiles y Anfibios (Parte 2)

por M.V.Z Erick Cortés Bravo

Como ya hemos visto en el blog anterior, la dependencia del agua en los anfibios lleva a una gran variedad de elementos respiratorios para el intercambio gaseoso dentro y fuera de esta. Por su parte, las branquias se pierden completamente en los reptiles, ya que carecen de fases vitales larvarias acuáticas y que se desarrollan completamente en la tierra.

Sistema respiratorio de los Reptiles

Al romper el vínculo con el medio acuático, los reptiles especializan a los pulmones como los órganos respiratorios más importantes.

Sus pulmones tienen una forma básica similar en todos los grupos de reptiles, se componen de una bolsa alargada con numerosos faveolos como en los anfibios, sin embargo, existen tres tipos para el pulmón de los reptiles, el más simple consiste en un pulmón unicameral y que se presenta en la mayoría de los reptiles. En los iguánidos, se presenta un pulmón transicional con un septo incompleto y, por último, un pulmón multicameral de estructura esponjosa presente en los cocodrilos y las tortugas.  También, se desarrolla una zona al final del pulmón que no cuenta con epitelio respiratorio y su función es almacenar aire, a esta bolsa la conocemos como saco aéreo (que las aves se encargaran de especializarlo). Aparecen también, una tráquea con anillos cartilaginosos incompletos que inicia en una glotis que se abre y cierra para permitir o restringir el paso del aire a su sistema respiratorio. El proceso respiratorio mecánico será coordinado por la musculatura axial del cuerpo de estos animales.

La gran diversidad de especies y su adaptación a distintos medios de vida repercute en la forma y función de este sistema respiratorio.

En las serpientes, por la forma alargada de su cuerpo; la carencia o atrofia del pulmón izquierdo es común. En las serpientes marinas y otras serpientes acuáticas como los Acrocordidos, desarrollan grandes sacos aéreos que les permiten apneas prolongadas para el buceo.

En el caso de los cocodrilianos, los dos pulmones se encuentran bien desarrollados, con sacos aéreos especializados para el buceo al igual que las serpientes acuáticas. Estos desarrollan más especializaciones: la presencia de una cortina gular para restringir el paso del agua hacia la cavidad faríngea, así como un cartílago epiglotal que direcciona el aire de las coanas para la respiración mientras asoman su cabeza sobre el agua. Narinas con tapones musculares para restringir el paso del agua hacia el interior de estas y la más importante, un pseudodiafragma que facilita y mejora el proceso respiratorio.

En las lagartijas encontramos dos pulmones bien desarrollados, que pueden ser esponjosos en algunos grupos como Helodermatidos y Varánidos. En camaleones se desarrollan sacos aéreos traqueales que al inflarse hacen ver al animal mucho más robusto y amenazante.

 

 

La peculiar anatomía de las tortugas genera gran especialización a sus aparatos y sistemas. En el sistema respiratorio de estas encontramos unos grandes pulmones que se extienden pegados al carapacho que, al ser una estructura rígida, no interviene en el proceso mecánico de la respiración dejando el trabajo a musculatura interna:  serrato, pectoral, abdominales y en algunas tortugas unos músculos diafragmáticos (pseudodiafragma).

La respiración cutánea prevalece en estos animales, pero de manera muy reducida debido a las escamas. Los epitelios respiratorios de los reptiles pueden encontrarse en algunas zonas bucales y principalmente en el epitelio cloacal.